Borradores de Economía - Expectativas de Inflación: Racionalidad, Desacuerdo y el Papel de la Función de Pérdida en Colombia

Número: 
1262
Publicado: 
Authors:
Andrey Duván Rincón-Torres,
Andrés Felipe Salas-Ávila,
Clasificación JEL: 
C53, C82, E31, E37
Palabras clave: 
Expectativas de inflación, desacuerdo de las expectativas, cercanía a una raíz unitaria, Racionalidad débil y fuerte, función de pérdida asimétrica.

Lo más reciente

Juan José Ospina-Tejeiro, Jesús Antonio Bejarano-Rojas, Andrés Nicolás Herrera-Rojas, Manuela Quintero-Jácome, David Camilo López-Valenzuela, Jorge Enrique Ramos-Forero, Zapata-Álvarez Steven
Gerson Javier Pérez-Valbuena, Diana Ricciulli-Marin, Jaime Alfredo Bonet-Moron, Gisell Katerine Barrios-Pacheco

Enfoque

Extendemos los resultados en Iregui et. al. (2021) en distintas direcciones. Primero, ampliamos la muestra para incluir el periodo del COVID-19 y sus repercusiones. Segundo, distinguimos las formas débil y fuerte de las expectativas racionales y la manera como los agentes elaboran las expectativas, es decir el papel de su función de pérdida. Bajo racionalidad fuerte, i.e. a la Muth (1961), los agentes comparten mucha información, lo cual llevaría a que no exista desacuerdo entre las expectativas reportadas en cada corte transversal para cada horizonte. Tercero, estudiamos la relación del desacuerdo con variables macro. Cuarto, comparamos el comportamiento de las expectativas observadas con las teóricas derivadas de un esquema econométrico general que proponemos en este trabajo. Quinto, bajo función de perdida de Error Cuadrático Medio, ECM, de pronóstico, consideramos el hecho que tanto la inflación como las expectativas tengan raíces unitarias. Y sexto, exploramos racionalidad débil bajo función de pérdida no simétrica y estimamos el grado y dirección de la asimetría. 

Contribución

Contribuimos a la literatura empírica y teórica sobre expectativas de distintas maneras. Primero, formalizamos la discusión sobre racionalidad y la manera como los agentes elaboran las expectativas. Segundo, establecemos la relación del desacuerdo con variables macro importantes, lo cual da una idea de la importancia del desacuerdo para el análisis macroeconómico en Colombia, en especial la existencia de rigideces de información. Tercero, el hecho que se encuentren raíces unitarias hace que la manera como se prueba convencionalmente la racionalidad débil, i.e. la regresión de Mincer & Zarnowitz (1969), por OLS no sea adecuada. Bajo estas circunstancias esta regresión es una co-integración, que bajo racionalidad débil tiene coeficientes (β0,β1)=(0,1),  y el error de co-integración es el error de expectativa, el cual debe tener media cero. Y cuarto, exploramos la posibilidad de que los agentes colombianos empleen una función de pérdida no simétrica.

Debido a que el desacuerdo se relaciona con variables como la inflación, su cambio, las expectativas y la brecha del PIB medidas en el momento de la encuesta es una variable clave para el análisis macroeconómico en Colombia.

Resultados

Encontramos que la versión fuerte de la racionalidad, es decir a la Muth (1961), se rechaza por el hecho que las expectativas muestrales presentan desacuerdo en cada corte transversal para cada horizonte. Debido a que el desacuerdo se relaciona con variables como la inflación, su cambio, las expectativas y la brecha del PIB medidas en el momento de la encuesta es una variable clave para el análisis macroeconómico en Colombia. De acuerdo con Mankiw, Reis & Wolfers (2004) esto implica la existencia de rigideces de información, las cuales se podrían emplear para explicar la dinámica de la inflación en Colombia. También se halló que las expectativas son engañosamente precisas, es decir su dispersión es pequeña en comparación con la de errores de pronóstico formales, lo cual es debido a que la dispersión de las expectativas no mide su incertidumbre sino su desacuerdo. De igual manera hallamos que las expectativas son inexactas, es decir lejanas de inflación que finalmente ocurre, lo cual se debe (por lo menos en parte) a que los agentes no anticipan los choques que ocurren a lo largo del horizonte de pronóstico. Esto también explica que la inexactitud se incrementa con el horizonte de pronóstico debido a que la cantidad de choques no previstos se incrementa. Al comparar las características de las expectativas observadas y las teóricas encontramos que ambas lucen como versiones de la inflación observada en el momento de la encuesta que se suavizan con el horizonte. Hallamos que las expectativas muestran rasgos de racionalidad débil bajo ECM. También hallamos que las estas son débilmente racionales bajo asimetría de la función de pérdida. Esta asimetría penaliza más fuertemente las expectativas mayores a la inflación finalmente observada y esta penalización se incrementa con el horizonte de pronóstico.