Desindustrialización y terciarización espuria en el departamento del Atlántico, 1990 - 2005

Número: 
60
Publicado: 
Clasificación JEL: 
R10, R50, R58
Palabras clave: 
Departamento del Atlántico, Barranquilla, Desindustrialización, Terciarización espuria

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Andrea Sofía Otero-Cortés, Karina Acosta, Luis E. Arango, Danilo Aristizábal, Oscar Iván Ávila-Montealegre, Oscar Becerra, Cristina Fernández, Luz Adriana Flórez, Luis Armando Galvis-Aponte, Anderson Grajales, Catalina Granda, Franz Alonso Hamann-Salcedo, Juliana Jaramillo-Echeverri, Carlos Medina, Jesús Enrique Morales-Piñero, Alejandra Morales, Leonardo Fabio Morales, Juan José Ospina-Tejeiro, Christian Manuel Posso-Suárez, José Pulido, Mario Andrés Ramos-Veloza, Alejandro Sarasti-Sierra
Ana María Iregui-Bohórquez, Ligia Alba Melo-Becerra, María Teresa Ramírez-Giraldo, Jorge Leonardo Rodríguez-Arenas

Luego de un acelerado crecimiento económico en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, el departamento del Atlántico ha experimentado un estancamiento social y económico en las últimas décadas. Los distintos indicadores sociales muestran un deterioro en las condiciones de vida de sus habitantes y en el aparato productivo departamental, lo que no le ha permitido recuperar el papel protagónico de otros años. Se ha generado un proceso de desindustrialización en la estructura económica departamental, el cual, a su vez, ha estado acompañado de una terciarización espuria. Este estancamiento se explica por diferentes factores: el proceso de aglomeración regional que ha experimentado el país, la baja formación del recurso humano, la deficiente infraestructura de servicios y portuaria, la poca vinculación del aparato productivo departamental con los mercados externos y los cambios organizacionales al interior de los grupos económicos nacionales. La consolidación de una zona portuaria sin restricciones de calado, un programa de mejoramiento de la educación departamental y una mayor inserción de la economía local en el mercado internacional serían fundamentales para retomar una senda de crecimiento sostenido. Esta tarea exige la presencia de unos gobiernos locales con balances fiscales sólidos que les permita financiar los proyectos de inversión requeridos.