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Enfoque
En la primera mitad de la década de los 80, el Banco de la República inició su actividad cultural en 19 sucursales. Desde 1982, la actividad cultural del Banco opera a través de la Subgerencia Cultural, que depende directamente del Gerente General del Banco y de su Junta Directiva, a través de tres departamentos: biblioteca, museos y arte. Este documento estudia el periodo 1980-1984 en el cual el Banco de la República comenzó su programación cultural en Cartagena y, en particular, cómo esta se incorporó en sus dinámicas artísticas previas. La investigación se centra en el estudio de las circunstancias que se dieron en el país y la ciudad, para que las políticas gubernamentales cambiaran la forma de ver las regiones y su empoderamiento con respecto a los proyectos artísticos que se generaron, especialmente al interior del Banco de la República.
Contribución
Mucho se ha escrito en el campo historiográfico y artístico sobre los años anteriores a la década del 80, cuando el Museo de Arte Moderno, la Universidad de Cartagena, el Palacio de la Inquisición y La Escuela de Bellas Artes ocupaban un lugar privilegiado en la actividad artística local. Pero, si bien es cierto que en la década de los 80 se realizaron exposiciones importantes y hubo un creciente interés por las diferentes manifestaciones artísticas de la ciudad, no existía un balance orgánico de este periodo. Una búsqueda intensiva en los archivos de la sede principal del Banco de la República en Bogotá permitió recabar información, que, aunque escasa, deviene en material valioso para la reconstrucción histórica de uno de los principales ejes de la labor cultural del Banco en Cartagena. Esto fue posible consultando diversas fuentes entre las que pueden mencionarse documentos institucionales, prensa local y nacional, materiales no publicados sobre actividades artísticas, convocatorias, catálogos, encuestas a grupos de artistas que participaron en las diferentes actividades de la sucursal y entrevistas con curadores, artistas y funcionarios que hicieron parte en la organización de los eventos.
Durante el período de estudio existieron en Cartagena gran número de galerías de arte y fue posible visitar exposiciones en distintos espacios culturales y educativos, lo que permitió difundir la obra de los considerados grandes artistas nacionales y algunos extranjeros.
Resultados
La descentralización y la continuidad de sus proyectos son los dos aspectos más importantes en las políticas culturales del Banco durante el período estudiado. No solo con respecto al contenido de la programación, sino en lo que se refiere a las instituciones y comunidades que tenían su propio accionar cultural y que reclamaron desde un principio el apoyo del Banco para llevarlo a cabo, lo que permitió generar procesos que dinamizaron el trabajo que se venía desarrollando en Cartagena. Sin descartar la promoción de las obras de la Colección de Arte y/o de artistas consagrados que definían las directivas del Banco, en las primeras programaciones culturales de las sucursales el énfasis estuvo en las artes visuales, y se trató de mostrar la cultura regional en su espectro más amplio, visible a través de pequeñas exposiciones con curadurías locales, aunque siempre bajo directrices centrales. Junto a ellas, se dio una amplia y variada programación para niños y se realizaron catálogos tanto convencionales como didácticos.