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Resumen
La crisis migratoria desde Venezuela es el éxodo más grande que se ha registrado en el hemisferio occidental en los últimos 50 años según la UNHCR (2020)[1]. Colombia es el país que ha presenciado el mayor choque de migración desde Venezuela en comparación al resto de países en América Latina y el Caribe. El aumento significativo de migrantes sugiere un choque poblacional en un lapso muy corto, que hace necesario entender los desafíos sobre el ajuste de la economía colombiana y sus efectos de corto y largo plazo. Este es un reporte exhaustivo que se centra en estudiar la migración desde Venezuela a Colombia y se divide en dos grandes módulos: en el primero, caracteriza el fenómeno migratorio y en el segundo discute las implicaciones del choque.
En el primer módulo se describe el tipo de migración, se identifican las características de la población migrante y sus comportamientos en términos de consumo agregado y ahorro. En este módulo se estudian dos grandes temáticas.
La primera, Caracterización de la migración en Colombia, hace una caracterización demográfica de la población migrante y estudia su comportamiento dentro del mercado laboral usando información de Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) y los registros de Migración Colombia. En general, ambas fuentes coinciden en que antes del 2015 se observan menos de 200.000 migrantes, y, posteriormente, existe un crecimiento acelerado en el número de migrantes que alcanza los 1,6-1,8 millones en el tercer trimestre de 2019. Los datos sugieren que los migrantes en su mayoría están en edades altamente productivas (15-30 años de edad) y la proporción de niños menores de 9 años es mayor que la de la población nativa. Los migrantes tienen una mayor educación que los no migrantes. La mayoría de los migrantes participan en el mercado laboral y, en promedio, tienen menores ingresos que los no migrantes y cuentan con mayores tasas de informalidad.
La segunda corresponde a Consumo Agregado de los Migrantes donde se analiza la diferencia de consumo y ahorro entre migrantes y nativos con datos recuperados de la GEIH y la Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares (ENPH). Los resultados sugieren que los inmigrantes tienen un consumo más bajo, destinan una mayor proporción de su gasto en alimentos y consideran los bienes y servicios no transables como bienes de lujo; por tanto, invierten en una menor proporción de su ingreso a estos. Además, se encuentra que los migrantes tienen una mayor disposición al ahorro.
En el segundo módulo se describen las implicaciones que tiene la migración en el mercado laboral y a nivel macroeconómico. Este módulo se divide en tres secciones. En la primera sección se estudia el efecto en el mercado laboral mediante dos tipos de análisis. El primero, Migración en Mercado Laboral, estudia la relación causal existente entre el aumento en el desempleo y la llegada de migrantes desde Venezuela, ya que el incremento de los flujos migratorios desde Venezuela coincidió con un incremento en las tasas de desempleo en Colombia. Se encuentra que la inmigración no tiene efectos sobre el desempleo total, pero sí sobre el desempleo de algunos subgrupos poblacionales, principalmente entre los mismos inmigrantes. Los resultados sugieren que la migración reduce la tasa global de participación y la tasa de ocupación totales; por lo cual, en la muestra total, el efecto en la tasa de desempleo es nulo. En el segundo, Migración en el Sector Formal, se estudia el efecto puntual de la migración en el sector formal mediante información de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes y los Censos Nacionales de Población y Vivienda. Se encuentra que la migración no afectó significativamente el empleo ni los salarios formales.
En la segunda sección, Impacto fiscal de la Migración, se explora el impacto fiscal de la migración. Se realizan proyecciones del gasto fiscal que representa para la nación el flujo de migrantes mediante el estudio de los datos oficiales sobre la población migrante en servicios de salud y educación y bajo la elaboración de supuestos plausibles. Asimismo, se calculan los ingresos que pueden generar los migrantes en términos de impuestos. Se encuentra que el costo de atender en educación y salud a población migrante podría estar en alrededor de 0,2% y 0,4% del PIB en el corto plazo (2020-2022).
En la tercera y última sección, El Efecto en Variables Macroeconómicas, estudia el efecto de la migración en variables macroeconómicas. Este tema incluye tres subsecciones.
En la primera, Política monetaria y efectos macroeconómicos de un choque migratorio, se desarrolla un modelo de equilibrio general que nos permite simular choque de oferta laboral de migrantes como puede afectar toda la economía. Los migrantes recientes desde Venezuela se han empleado principalmente en ocupaciones informales de baja remuneración, caracterizadas por mercados relativamente flexibles. El choque migratorio genera una respuesta positiva de los principales agregados macroeconómicos como la producción, el consumo y la inversión, y un deterioro de las mismas variables en términos per cápita mediante un modelo de equilibrio general. Se encuentra que la migración resultaría en una caída de los salarios del sector informal, ampliando la brecha salarial y de consumo entre trabajadores formales e informales. Este choque no representa presiones inflacionarias por tanto se insta a la autoridad monetaria a permanecer neutral ante el choque.
En la segunda, Impacto de la migración en el PIB y el PIB potencial, se cuantifica el impacto de la migración en el PIB observado y en el potencial mediante un ejercicio de contabilidad de crecimiento. Se encuentra que la migración representa un crecimiento en el PIB observado y potencial en el corto plazo. Sin embargo, los valores de estado estacionario (largo plazo) permanecen inalterados.
En la tercera y última subsección, Impacto de la migración en la relación entre inflación y desempleo, se estudia el impacto de la migración en la existente relación entre la tasa de inflación y desempleo denotada como curva de Phillips. Los resultados sugieren que la migración podría aplanar dicha curva, es decir, que cambios en el desempleo afecten aún menos los precios.
Se encuentra que la migración resultaría en una caída de los salarios del sector informal, ampliando la brecha salarial y de consumo entre trabajadores formales e informales. Este choque no representa presiones inflacionarias por tanto se insta a la autoridad monetaria a permanecer neutral ante el choque.
[1] UNHCR (2020). Venezuela Situation. Recuperado de https://www.unhcr.org/Venezuela-emergency.html