La agricultura en Colombia entre 1950 y 2000

Borradores de Economia
Número: 
255
Publicado: 
Clasificación JEL: 
N56, Q10, Q18
Palabras clave: 
Agricultura

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Julián Alonso Cárdenas-Cárdenas, Deicy Johana Cristiano-Botia, Eliana Rocío González-Molano, Carlos Alfonso Huertas-Campos
Luis E. Arango, Juan José Ospina-Tejeiro, Fernando Arias-Rodríguez, Oscar Iván Ávila-Montealegre, Jaime Andrés Collazos-Rodríguez, Diana M. Cortázar Gómez, Juan Pablo Cote-Barón, Julio Escobar-Potes, Aarón Levi Garavito-Acosta, Franky Juliano Galeano-Ramírez, Eliana Rocío González-Molano, Maria Camila Gomez Cardona, Anderson Grajales, David Camilo López-Valenzuela, Wilmer Martinez-Rivera, Nicolás Martínez-Cortés, Rocío Clara Alexandra Mora-Quiñones, Sara Naranjo-Saldarriaga, Antonio Orozco, Daniel Parra-Amado, Julián Pérez-Amaya, José Pulido, Karen L. Pulido-Mahecha, Carolina Ramírez-Rodríguez, Sergio Restrepo Ángel, José Vicente Romero-Chamorro, Nicol Valeria Rodríguez-Rodríguez, Norberto Rodríguez-Niño, Diego Hernán Rodríguez-Hernández, Carlos D. Rojas-Martínez, Johana Andrea Sanabria-Domínguez, Diego Vásquez-Escobar
Luis Armando Galvis-Aponte, Adriana Isabel Ortega-Arrieta, Adriana Marcela Rivera-Zárate

La segunda República conservadora, que se inicia con el gobierno de Ospina Pérez en 1946 y culmina con el derrocamiento de Rojas Pinilla en 1957, tomó los elementos del control de cambios legados por la crisis de los años treinta y consolidó las bases de un modelo de desarrollo económico que se tornó en una política de Estado durante la mayor parte del siglo XX. La administración Ospina (1946-1950) aumentó los aranceles sobre las importaciones tanto de bienes industriales como agrícolas, erigiendo uno de los pilares del modelo económico de la administración de Laureano Gómez, ya bajo una orientación corporativa inspirada por la España franquista. El control de cambios fue otra herramienta fundamental que sirvió para imponerle a todas las empresas, ellas mismas protegidas, que hicieran sus compras de materias primas a proveedores nacionales3. Los beneficiados por la protección eran escogidos por el gobierno de turno, adjudicándoles un subsidio contenido en el exceso del precio interno sobre el precio internacional del bien que permitía un arancel promedio del 40%, pagado inconscientemente por sus consumidores. La protección se convertía en un impuesto invisible que aumentaba la rentabilidad de las actividades que florecían bajo su manto, al tiempo que aumentaban los ingresos del gobierno sin tener que recurrir a la tributación transparente de sus ciudadanos.