¿Qué nos dicen las encuestas sobre la formación de expectativas de inflación?

Número: 
100
Publicado: 
Cordinador(a/es):
Coautores:
Cesar Anzola-Bravoa,
Luisa Fernanda Ballén-Rubioe,
Valeria Bejarano-Salcedoe,
Eliana Rocío González-Molanoa,
Alexander Guarín-Lópeze,
María Alejandra Hernández-Montesa,
Ramón Eduardo Hernández-Ortegaa,
Jonathan Muñoz-Martíneza,
Héctor Núñez-Amórteguie,
Jesús Otero Cardonae,
Julián Mauricio Pérez-Amayaa,
Andrey Duván Rincón-Torrese,
Paula Andrea Torres-Medinae
Clasificación JEL: 
C53, D84, E31, E37, E52
Palabras clave: 
Expectativas de inflación, Evaluación de pronósticos, Anclaje de expectativas, Eficiencia

Lo más reciente

Juan José Ospina-Tejeiro, Jesús Antonio Bejarano-Rojas, Andrés Nicolás Herrera-Rojas, Manuela Quintero-Jácome, David Camilo López-Valenzuela, Jorge Enrique Ramos-Forero, Zapata-Álvarez Steven
Gerson Javier Pérez-Valbuena, Diana Ricciulli-Marin, Jaime Alfredo Bonet-Moron, Gisell Katerine Barrios-Pacheco

Enfoque

Este documento ESPE se enmarca en el área de la literatura macroeconómica que estudia el proceso de formación de expectativas. Bajo un esquema de inflación objetivo, la inflación esperada juega un papel central en el análisis de la política monetaria y en el efecto de ésta sobre el producto. Para el banco central es relevante estudiar el comportamiento de las expectativas de inflación, debido a que estas son el reflejo de la credibilidad y la efectividad de la autoridad monetaria en el cumplimiento de su principal objetivo de política el cual consiste en mantener la inflación estable y en el rango meta. 

Contribución

El documento ofrece una perspectiva amplia y rigurosa de la literatura económica sobre el estudio de la formación de expectativas de inflación. Para ello, se utilizan las encuestas de expectativas que realizan el Banco de la República (Banrep), así como otras entidades en el país y en el exterior, con el objetivo de analizar las propiedades estadísticas y económicas de éstas para el caso colombiano. El sello distintivo de esta investigación es que no solo se utiliza la expectativa de consenso sino también las de los agentes individuales con el fin de aprovechar la heterogeneidad existente.  

Inicialmente, se analiza la capacidad de predicción de las expectativas empleando diversas fuentes, sectores y agentes económicos. Seguidamente, se estudia si los modelos de pronósticos macroeconómicos del Banrep mejoran al incluir las expectativas de inflación de las encuestas como fuentes adicionales de información. Luego se establece si existen diferencias en la formación de expectativas de inflación entre analistas económicos y agentes fijadores de precios. Posteriormente, se analiza si las expectativas de inflación a diferentes horizontes de tiempo, por agentes y sectores económicos, convergen a la meta de inflación establecida por el Banrep. Después se estudia si el promedio o la mediana de las expectativas individuales son un buen estimador de la expectativa agregada. Finalmente, se examina si los analistas económicos revisan de manera eficiente sus expectativas de inflación al recibir nueva información. 

“En un esquema de inflación objetivo, como el que opera en Colombia, las expectativas de inflación capturadas por las encuestas le suministran información al Banco de la República sobre la credibilidad que tiene la sociedad en la meta de inflación establecida” 

Resultados

Las encuestas de expectativas y los modelos de equilibrio general (DSGE) del Banrep se complementan a la hora de realizar pronósticos de inflación. No se encuentra evidencia estadística que las primeras tengan mejor (o peor) capacidad predictiva relativo a los segundos. Al incluir las expectativas de las encuestas como información adicional en los modelos de pronóstico, se obtienen ganancias moderadas en términos de la capacidad predictiva de la inflación únicamente en horizontes de tiempo largos. Además, no se encuentra evidencia que muestre diferencias en la formación de expectativas de inflación entre analistas económicos y agentes fijadores de precios. Ahondado sobre el anclaje de las expectativas, la evidencia sugiere que estas convergen a la meta establecida por el Banrep, aunque existen algunas ligeras diferencias entre agentes, sectores económicos y encuestas. 

Se encuentra evidencia de desacuerdo y sesgo en la expectativa agregada. Esto podría obedecer a la heterogeneidad de los agentes, por lo que no es recomendable utilizar el promedio de las encuestas como indicador de la inflación futura. En el documento se corrigen las expectativas por sesgo y escala, y además se encuentra que las resultantes de combinaciones óptimas son una alternativa prometedora en términos de su capacidad de pronóstico. Por último, los resultados sugieren que la mayoría de las revisiones de pronósticos son eficientes en sentido débil, es decir, las revisiones contemporáneas no parecen estar relacionadas con revisiones pasadas. Por el contrario, cuando se asume unos pronosticadores que incluyen un número amplio de variables empíricamente relevantes, en la mayoría de los casos se encuentran variables que afectan el proceso de revisión de las expectativas, lo cual se traduce en poca evidencia a favor de eficiencia en sentido fuerte.