The labor market in Colombia: Structural features and the role of wages in the post-pandemic inflationary surge

Número: 
1232
Publicado: 
Clasificación JEL: 
E24
Palabras clave: 
Mercado laboral, Empleo, Salarios, Precios, pandemia

RESUMEN NO TÉCNICO 

Enfoque

A pesar de algunas mejoras en las últimas décadas, el mercado laboral colombiano continúa presentando varios síntomas de disfuncionalidad, incluyendo una alta incidencia de informalidad y desempleo, un sector formal con salarios rígidos, y diversas disparidades regionales y demográficas. En este contexto, la pandemia de Covid-19 activó varios mecanismos de ajuste en el mercado y propició, en su final, un brote inflacionario que contrajo los ingresos laborales reales, principalmente en el sector formal, debido a la poca capacidad de los salarios nominales para ajustarse en el corto plazo. En este documento, evaluamos si la dinámica observada y prevista de los salarios nominales para compensar los ajustes en los precios puede retroalimentar la escalada inflacionaria en Colombia. Para ello, estimamos la relación de largo plazo entre precios, salarios y productividad laboral en el país, utilizando una estructura de economía pequeña y abierta. Esto nos permite obtener una medida de las presiones inflacionarias provenientes de los salarios. 

Contribución

En primer lugar, ofrecemos una descripción detallada de las principales características estructurales del mercado laboral colombiano, de sus mecanismos de ajuste ante la pandemia y de las causas subyacentes al brote inflacionario que la pandemia propició. También enumeramos los principales rasgos del proceso de formación de salarios en Colombia. En particular, destacamos las rigideces de los salarios del sector formal en el corto plazo y la importante incidencia del salario mínimo. Sobre este último, resumimos los principales impactos macroeconómicos encontrados en estudios recientes. Finalmente, estimamos la relación de largo plazo entre precios, salarios y productividad laboral en Colombia con el fin de medir las presiones inflacionarias provenientes de los salarios. Esta estimación nos permite analizar los riesgos que los ajustes salariales futuros pueden implicar en la convergencia de la inflación hacia su meta. 

Estimamos la relación de largo plazo entre precios, salarios y productividad laboral en Colombia con el fin de medir las presiones inflacionarias provenientes de los salarios. 

Resultados

Diagnosticamos un mercado laboral altamente segmentado con una importante prevalencia de informalidad y de desempleo, aunque con mejoras en ambos indicadores en la década previa a la pandemia. En cuanto a los ingresos laborales, si bien se estiman ingresos laborales informales procíclicos, documentamos que los salarios en el sector formal son rígidos y fuertemente influenciados por el salario mínimo. Mostramos que la incidencia del salario mínimo en Colombia es alta en relación con otras economías, y que existe evidencia de que aumentos mayores en el salario mínimo real respecto a la productividad generan impactos macroeconómicos adversos. Además, usamos un modelo de equilibrio general simple para ilustrar como su alta incidencia pudo generar los comportamientos mixtos que muestran las tasas de desempleo y de informalidad en la última década, ante la expansión de la productividad del sector formal.

De la estimación de la relación de largo plazo entre precios, salarios y productividad laboral concluimos que, hasta el tercer trimestre de 2022, los salarios estuvieron por debajo de su nivel de “largo plazo”, dados los choques de precios y de tipo de cambio. Por lo tanto, no encontramos que aumentos salariales superiores a los de la productividad laboral hayan estado entre los impulsores de la escalada inflacionaria. Sin embargo, resaltamos que los salarios típicamente han contribuido a restaurar el equilibrio a largo plazo. Por lo tanto, su ajuste hacia el equilibrio, que puede ocurrir a través de la indexación, podría implicar riesgos para la convergencia de la inflación a la meta. Estos riesgos son significativos si persisten los choques inflacionarios, la demanda agregada se mantiene fuerte o la moneda se deprecia aún más.